martes, 21 de enero de 2014

Cosas que echamos de menos

1. El ambiente entre los estudiantes internacionales. Esto es algo común a todos los Erasmus o intercambios pero, en nuestro caso, se ha acentuado por el hecho de haber convivido con ellos en la residencia del campus. Siempre nos encontrábamos con gente distinta en cada desayuno, cena, pasillos, clases…
Foto del último día (sniff)
2. Sorprendernos cada día.  No sólo nos pasó durante la primera semana y es que el hecho de que nos hayamos ido a Asia hace que todo sea diferente.

5. La seguridad del país. Corea es el país con menor índice de criminalidad, y eso se nota. Puedes ir totalmente despreocupada en los bares, metro, por la calle… Parece que no, pero da muchísima tranquilidad; sabes que puedes andar sola por la calle a cualquier hora y no te va a pasar nada.

3. No madrugar – levantarse para el desayuno a las 9. Esto implica meterse unos desayunos entre pecho y espalda de aquí te espero (con sus cereales, fruta, leche, café, tostadas, bollitos…) excepto los martes y los jueves, en los que te podías encontrar desde perritos calientes a coliflor pasando por arroz y kimchi, ensalada de maíz con salchichas (qué concepto tendrían de los desayunos occidentales).


4. Vidilla las 24h. Y es que daba igual a qué hora estuvieras por la calle y el tiempo que hiciera, siempre estaban las tiendas y los restaurantes abiertos.

5. Agua gratis. En todos los restaurantes nos daban agua gratis y había dispensadores de agua fresquita en la resi y en los pasillos de la uni.

6. GS25 de la resi. Teníamos la suerte de contar con una convenience store a la puerta de la resi. Aunque no era muy barato para ser Corea, era una gozada. Llegamos incluso a probar todas las variedades de fresh sándwiches, que se acababan en un abrir y cerrar de ojos.  Tenía sus temporadas altas (como en épocas de exámenes) aunque por lo general, nunca estaba vacía. Lo típico era encontrarte a dos coreanos sorbiendo cojonoodles en las mesitas de madera a las tantas de la madrugada.  


Detrás, nuestra resi. A la derecha, el GS25

7. Los precios de la comida. En Corea puedes comer generosamente por una media de 5000 wones (3,5€), ya que pides un plato y te ponen unos 5 side dishes (mini tapas) aunque obviamente no como las que comemos en España. Aquí son más de rábano, tortilla de berza, algas, soja cruda, anchoillas fritas y frías... y un sinfín de comestibles que hoy en día no sabemos lo que son. Lo bueno es que la comida es muy muy sana, y a pesar de que al principio nos quejábamos del picante, al final le cogimos el gustillo.

8. Los lácteos. La calidad de los productos lácteos, sobre todo de los yogures y batidos, era suprema. Encima de haber mucha más variedad que en España (e.g. el banana milk) estaban mucho más ricos.

9. La calefacción radial. Después de la nieve y el viento, era una gozada llegar a la habitación, poner la calefacción y que en cuestión de minutos estuvieras en el cielo con los pies calentitos calentitos.

10. Fieldtrips = excursiones de fin de semana. Esto es común al resto de programas de movilidad y es que siempre había un plan, por lo menos, para el fin de semana. Nuestros fines de semana del segundo cuatrimestre van a ser muy pobres...


OIA-Hyundai Fieldtrip (1-2 nov)

11. Viernes off. Gracias a nuestro apaños y tras luchas y estragos, conseguimos hacernos un horario que nos dejara los viernes libres. Esto lleva a salir mucho el jueves y tener un día light y de descanso el viernes, con planes como ir de compras, visitar algo, etc. ¿Nuestro final favorito? Donuts y hot (lengua fuera) chocco.



12. Bibliotecas 24h. Fuera o no del periodo de exámenes, muchos de los edificios de la universidad tenían salas de estudio o bibliotecas abiertas a cualquier hora, cosa que se agradece para los que estudiamos hasta las tantas (que no sólo nos íbamos de juerga!). Eso sí, comodidad ante todo!



13. Aseos coreanos. Siempre siempre siempre te encontrarás un colgador para el bolso y el abrigo, papel higiénico (incluso en un bar a las 4 de la mañana) y el baño limpio. Esto también se puede aplicar a los baños japoneses. Si pincháis AQUÍ, veréis un ejemplo de baño público con el que ni soñaríais en España, se trata de nada más y nada menos que de un baño de un McDonald en Tokio.

14. La velocidad de Internet. En Corea eso de lo 20 megas es una ridiculez, allí Internet es de 100 megas. Allí un vídeo de youtube se carga tan rápido como el anuncio que le precede. Verídico.

15. El precio de los taxis. En España estamos acostumbrados a que los taxis sean para ricos o, como mucho, para volver de fiesta si no hay más remedio. Pues bien, en Corea, si el trayecto era de unos 15 minutos e ibas con dos o tres amigos, compensaba frente al metro. Incluso con la tarifa nocturna los taxis seguían siendo aptos para todos los bolsillos.

16.Cafeterías y restaurantes varios. Entre las cafeterías que más echaremos de menos están el International Cafe, con su música y su taza-taza (no de los envases de plástico de usar y tirar), el Coffee Dream, donde se hacían dos cosas: estudiar (inexplicablemente, por el ruido) y tener citas a la coreana (muchas caricias y manitas ;) y el Cafe May con un cartel de BIENVENIDOS en la puerta (sí, sí, en castellano). En cuanto a los restaurantes que echaremos de menos destacamos pizza hand (deliciosas pizzas hechas delante de nuestros ojos por menos de 3 euros y a 5 minutos de la uni!) Paris Baguette con sus ensaladitas "normales" ricas ricas, sus croissants y  sus "donuts" con queso (mmmm!) y Raquel ya estará soñando con su cheese bibimbap (igual que Jaume). 

17. Hongdae. Hongdae es una zona que pillaba a 20 mins andando de la uni a la que la gente posutreísta iba en taxi pero nosotros no, nosotros volvíamos andando y cantando de madrugada después de fiesta. Hongdae estaba guay para ir de compras... o más bien para mirar, porque eso de no poder probarse la ropa no nos gustaba un pelo! y para la fiesta... ay! Echaremos de menos el playground (parque donde la gente hace botellón/litros) donde se concentraba el mundo exchange student. Eso sí podía darse que un grupillo de coreanos dieran un concierto en plena calle teniendo a las coreanas babeando y como locas. También echaremos de menos los bailes del Thursday Party y del SUPER7!


18. Sinchon. Sinchon era la zona más cercana a la uni de la que destacamos el buffet de korean barbeque que descubrimos demasiado tarde y la fiesta. Por un lado tenemos nuestro bar favorito para bailar hasta reventar con coreanos, BarFly y, por otro, Mike's Cabin punto de encuentro de estudiantes internacionales, muy recomendable para salir los martes. Además, allí fueron nuestra primera y última fiesta respectivamente.


Última fiesta en Mike's Cabin

19. Norebang. Es decir, los karaokes coreanos. Existen los norebang individuales para solitarios con alma de Julio Iglesias; pero nosotras somos más de los grupales (llámanos raras), de desgañitarse la voz (en el idioma que sea, ¿verdad Jaume?) en compañía.

20. Bailar con coreanos a lo coreano (Sobre todo si son canciones de PSY) Próximamente nos podréis ver dándolo todo en los bares y discotecas más cercanos (hasta que nos rompamos el cuello!)

21. Los contrastes. Corea ha evolucionado a pasos agigantados desde la Guerra de Corea (1950-53) y es que, en 50 años, ha pasado de la miseria de la posguerra a lo que conocemos hoy. El desarrollo tecnológico y educativo han sido alucinantes pero la mentalidad de los coreanos y su cultura (gracias a dios) no ha cambiado tanto. Con un corto paseo por el centro de Seúl puedes encontrarte los edificios más modernos justo al lado de palacios y templos centenarios. Esto enriquece muchísimo al país pero, eso sí, también choca mucho.




















22. Pagar con tarjeta de crédito en todas partes. Corea es uno de los países que, por persona, más compra con tarjeta de crédito del mundo! y es que, por ley, los establecimientos están obligados a aceptar siempre tarjeta. Eso sí, seguridad ninguna: ni pin, ni DNI y, a veces, ni firma!

23. Y por supuesto, la gente!! Hemos hecho amigos de cantidad de países del mundo, y la verdad es que ya se les echa en falta. Nunca olvidaremos a Jaume, Max, los mexis Óscar y Agus, Pierre, David, Kimbo, Claire, Fanny, Alex, Chris, Danielle, Sergio, Agus, nuestras roomies... además de nuestros queridos coreanos Sung Won, Jaeseok, Saena, Jaehee, Unhyeok...