Para nosotras se trató de 5 días de vacaciones y una oportunidad perfecta para conocer otros rincones de Corea. Decidimos ir a Busan, al sudeste del país. Viajamos con Maximilian Philipp (Max para los amigos) -alemán de pura cepa- y con Jaume (Jauma para los amigos y Jamal para Max, jajaja) -de BarsseLona (enfatizamos su acento cataLá). Desde el principio sabíamos que el viaje iba a ser la leche, y así fue:
DÍA 1
Fuimos en KTX (el AVE coreano) y solo tardamos 2 horas y media. Cuando llegamos nos encontramos todo cerrado (por ser Chuseok) y ni un alma en la calle. Teníamos hambre así que no nos quedó otro remedio que comer unos nooddles (a.k.a. cojonooddles) de microondas de una convenience store.
Por la tarde aprovechamos para visitar el templo budista Beomeosa (año 678). También hicimos, o al menos intentamos, hicking (montañismo). Toda la gente que faltaba por las calles de la ciudad estaba en este templo. Había muchísimos fieles rezando en pequeños subtemplos o subiendo y bajando por el monte con sus mejores galas.
Los templos por dentro eran muy similares entre ellos y por lo general, bastante recargados. Eso sí, los techos... una pasada!!!!
Por la noche nos dimos un paseo y comimos street food. La mayoría de cosas eran verduras rebozadas o diferentes clases de kimbab (especie de sushi made in Korea). Había un ambientazo por la calle...!!!
DÍA 2
Tras tres horas en el metro llegamos a la zona de Haeundae.
Primera parada: Centum City. Centro comercial más grande del mundo, con récord guiness incluido. En sus 16 plantas tenía desde un campo de golf para niños y otro para mayores, hasta un macro-spa, pasando por millones de tiendas de lujo. Os dejamos una foto del interior para que flipéis:
Segunda parada: Templo Yonggungsa (año 1376). Es un templo budista construido al borde del mar, lo que lo hace diferente al resto de templos. Hacía un calor imposible y había una cola que te morías. Nosotros, sin pensarlo dos veces, nos hicimos los longuis y fuimos directamente a la puerta. Aquí nadie te dice nada por no montar un pollo, si fuera en España...
Y aquí los cuatro fantásticos...
Tercera parada: Playa Heaundae. Es el Benidorm coreano, para que nos entendamos. Destacamos que los únicos que había en el agua no eran precisamente coreanos y además, lo tapados que iban. Nuestro querido Max no dudó en darse un baño, y es que el agua estaba rica-rica. Además, esperamos a que atardeciese para ver esto:
Después de este día ajetreado aún tuvimos fuerzas para salir de fiesta. El pre-drinking lo hicimos en un bar situado en una planta de un edificio con cuartitos destinado para beber solamente con tus amigos. Nos acompañó la buddy de Jaume, muy maja por cierto :) verdad, chinito?
Más tarde fuimos al GRID Club, la discoteca más famosa de Busan. Y allí, nos encontramos de casualidad a Steve Aoki pinchando!!!! Pedazo noche! Hubo champán, tartas, chinitos/as y, sobre todo, buena música.