miércoles, 23 de octubre de 2013

Los exámenes en Corea y los coreanos en exámenes

Hola de nuevo!

Por el título de este post os imaginaréis por qué no hemos actualizado el blog últimamente... Efectivamente, hemos estado de exámenes! Quien diga que de Erasmus no se curra, miente. O al menos en nuestro caso...

Después de haber preguntado al 80% de los estudiantes internacionales "how many mid-terms do you have?" hemos descubierto que somos las más pringuis, con 5 exámenes (siendo 2 de máster) y coincidiéndonos tres el mismo día  :S Lo que también hemos descubierto es que tres coreanos estudian más que todos los internationals juntos. Y os preguntaréis, ¿dónde estudian?

La respuesta es sencilla: en las BIBLIOTECAS. En el campus hay ni sé cuántas y la mayoría están llenas de coreanos echando humo y durmiendo. (Sí, durmiendo. Es guay cuando no puedes concentrarte por culpa de los ronquidos del de al lado). Y es que aquí las bibliotecas abren las 24 horas!! (al parecer Bilbao es el único sitio que no las tiene) así que los queridos koreans no se molestan en pasar por casa entre examen y examen. También te encuentras con gente que lleva dos pares de zapatos, las New Balance y unas chanclas de-esas-azules-con-rayas-blancas que, por cierto, aquí son lo más IN! Luego están las típicas chicas que se llevan todo el set de maquillaje para retocarse entre lección y lección.  

Nosotras conocemos dos biblios; una muy sofisticada con lámparas de diseño, mesas de mármol, sofás (para que duerman a gusto) y otra en la que no hay ni aire para respirar. Esta última tiene un sistema megasupermoderno para reservar sitio: eliges tu place, acercas tu tarjeta a la pantalla y se te imprime un papelín (en plan butaca de cine). Lo malo es que el papel es válido para 4 horas, así que os podéis imaginar los papeles que coleccionan los autóctonos...




¿Y cómo son los exámenes?
Aquí son fans de los MC (Multiple Choice es too mainstream) donde preguntan lo que cuando estudias dices "Bua, ni de coña mete esto!". Otra cosa curiosa es lo facilísimo que es copiar!! Los profesores confían tanto en los alumnos que en un examen hasta nos han dejado solos un rato! ja ja no en todos, eh!

Ya veremos los resultados, de momento nos vamos a Jeju Island a desconectar después de esta semana tan intensa. ;) ;) ;)



(Gracias a Miguel por las fotos!)


lunes, 7 de octubre de 2013

Las clases

Aunque repasando otras entradas de este grandísimo blog pudiera no parecerlo,  en Seúl no son todo vacaciones, comida poco digestiva y Steve Aokis.  Puede parecer chocante pero entre todo  ese jolgorio los estudiantes de intercambio también debemos asistir a clase de manera regular. Esta firma invitada se encargará de ser consejero sobre lo que uno puede esperar  al compartir pupitre con los coreanos.

Lo primero es la puntualidad y la asistencia. El sistema coreano se basa en unas simples pero estrictas premisas:
-No puedes faltar a  más de 4 clases al semestre o es un suspenso, al parecer las enfermedades incapacitantes y la muerte sobrevenida son excusantes pero yo no me la jugaría.
-Asistir es llegar a clase A LA HORA.  Llegar a la hora española, esto es a la hora  más 10-15 minutos,  se considera ausencia. En este caso mejor quedarse en el bar a sorber fideos.
-El primer día eliges asiento, no puedes cambiar de asiento pues se vincula a tu  asistencia. He visto  coreanos hacer cola delante del aula por más de 45 minutos esperando reservar butaca en primera fila como si se tratara de un concierto de Justin Bieber. Te resultará más fácil si relajas tus pretensiones hasta el fondo de la clase y buscas una “chinita” mona o un francés de ojos claros para compartir mesa… estará atrapada/o contigo por todo un semestre.
-La asistencia es medida por un pequeño y silencioso individuo llamado teaching assistant, el ojito derecho de todo profesor, de cuya voluntad y generosidad dependerá tu suspenso. Intenta hacerte su amigo, guíñale el ojo o chócale los cinco como si hubieras nacido en Brooklyn, y controlarás el juego.

¿Pero todo esto para qué?  Las primeras sensaciones en clase varían según cada alumno y profesor (la mayoría) bastante competentes. Mi profesora de Psicología, coreana doctorada en USA, reconoció tras 5 minutos que su nerviosismo, de por sí evidente por su respiración profunda y sus manos temblantes, le impedía dar la primera clase en inglés.  Aguantar una hora y media de psicología en coreano no resulta tan estimulante como podría parecer.  Otros profesores advierten de primeras que su clase es demasiado complicada como  para que los “diablos extranjeros” puedan entenderla, entonces te recomendarán dejarla. Todo un estímulo tras más de 2 meses  suplicando a tu coordinador universitario poder escoger esa asignatura que tanto te motivaba entonces.

¿Cómo son los alumnos entonces? La mayoría son tan tímidos que preferirían ir de picnic a Corea del Norte antes de pronunciar palabra durante las horas lectivas. Todo esto a pesar de los intentos desesperados del profesorado por recibir respuesta (o sonido alguno) a las  más triviales de sus preguntas.

Sin embargo, lo que  más me llama la atención en clase es un extraño superpoder que sólo una dieta a base de arroz y vegetales fermentados podría proporcionar. El observador atento súbitamente percibirá a ese estudiante ¡SÍ! aquél que has visto tomando concienzudamente  apuntes durante media hora en su Samsung de última generación mientras su grabadora  de voz hacía el resto, le empieza a pesar la cabeza,  entrando de lleno en  estado REM, dando cabezazos de abajo a arriba (este último más violento), hasta que termina la clase. La mayoría lo pone en práctica y a nadie parece importarle, inténtalo tú y prueba de que pasta (o fideos) estás hecho.

Espero que el post haya servido para transmitir, lo más personalmente posible,  la caótica, confusa, chocante  pero increíblemente positiva  experiencia de asistir a una clase universitaria en Corea del Sur.

Fdo. Jaume Casajuana

martes, 1 de octubre de 2013

Días 3 y 4 en Busan

Para los que no os hayáis leído la primera parte; echad para atrás, que luego perdéis el hilo...

DÍA 3
Como era de esperar estábamos reventados así que dejamos la mañana libre para descansar.

Por la tarde visitamos el parque natural Taejongdae, en un islote al sur de Busan. Había un tren chu-chú que te llevaba por todo el parque en plan bus turístico, era bastante cómico.





























Los paisajes eran impresionantes. Estuvo bien ir en familia, pero era idílico para parejitas <3 Eso sí, los coreanos, para variar, guardando las distancias. Aunque todo suena muy bonito, vimos en directo la matanza de un pulpito que intentaba escapar por el brazo de su verdugo. Había señoras pescaderas que vendían pescado fresco- fresco (VIVO), tú te las ingeniabas para comer eso... 

Os dejamos una estampa familiar en uno de los miradores:




























Al bajar no nos quedó otra que hacer el camino de vuelta andando, de noche. Aquí en Corea anochece en un plis plas (alrededor de las 19:00)! 

Acabamos aún más muertos de los que estábamos y aunque los chicos se fueron de fiesta, nosotras hicimos sesión de compras nocturnas (nunca llegamos a ver una tienda de ropa cerrada en Busan...)


DÍA 4
Fue el día en el que decidimos ir a Jagalchi fish market, uno de los mercados más grandes de pescado fresco del mundo. Era una pasada, tú elegías el pez que te querías llevar a la boca, cocinado o no. Nos pedimos una buena ración de sardinones a la plancha y algo así como un lenguado preparado en plan sashimi (crudo). 





























Con la tripa llena subimos a la Torre de Busan (120 m de altura) con vistas a toda la ciudad. Nada que envidiar al Empire. 





























Rematamos el viaje con una visita al SPA de Busan por excelencia. Los chicos nos lo habían advertido: los Spas en Asia son nudistas. Nosotras no nos lo creímos hasta que entramos por ESA puerta. Tras unos minutos de desconcierto, decidimos fijar la mirada en el suelo. (Ahora nos reímos, pero fue bastante agobiante...). Buscamos toallas, pijamas, bañadores etc. Sin embargo, no les faltaba razón, tuvimos que entrar como Dios nos trajo al mundo. Después de dos horas de tensión, nos acabamos adaptando a los medios y hasta lo disfrutamos!!! Sabemos que os morís de ganas por ver alguna foto. Lo lamentamos, no hay ninguna :P


Conclusiones del viaje:
Después de estos 4 días nos conocimos Busan a la perfección. Todo gracias a una buena organización, un buen schedule, la localización del hotel (gracias Jamal) y sobre todo, mucha suerte.

Gracias por este Chuseok :)